El verdadero YO
Me pregunto quién soy, y entonces todo enmudece. No hay
respuesta, o la respuesta es el silencio. Quién es el que sabe cuando algo es
sabido? Es el espejo de la conciencia, el reflejo de los pensamientos
desvelados a la luz de ésta.
Si somos conciencia, somos todos iguales, si somos universo,
somos todos iguales. Si soy, eres; si eres, soy; si soy, somos; si somos, soy.
No hay nada más que preguntar, nada más por saber, sólo
infinita compasión, sólo infinita paz.
Más las preguntas del futuro, no del día de mañana, sino más
allá de la última frontera, del último aliento, vendrán acompañadas de
intuiciones, refranes, testigos predicadores del más allá, de la dimensión
paranormal, si es que hay algo que sea normal.
Entonces, con lo que sé hoy por hoy, no me queda más que dar
gracias y abrazar la vida, abrazar el dolor, abrazar la maldad, abrazar el
sufrimiento, con el cariño de un padre que deja ir a sus hijos cuando están maduros
y mantiene las puertas abiertas para cuando quieran volver a casa a comer un
plato caliente.
Me pregunto quién soy yo, soy silencio, soy ruido, soy
gloria y tierra, diablo y ángel, soy universo, caos y orden, expansión y
gravedad, fuego y agua, pero todo, cada parte de mi, es decir, cada parte de ti
y de nosotros, merece todo mi más profundo afecto, pues el miedo y el rechazo
es la tierra fértil del sufrimiento, más a la luz del amor las flores brotan en
nuestro jardín interior.
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